Lugar

" Intentamos entender el lugar en una acepción muy vasta, no sólo como un mero lugar físico sino, sobre todo, como un complejo que fuera el resultado de la interacción de factores de diverso orden. Aunque este hecho resulta más evidente en los aglomerados urbanos o en los lugares donde se hace notoria la acción del hombre, el lugar es siempre un concepto en constante transformación. Incluso los territorios vírgenes, con características ancestrales a veces, se encuentran siempre en proceso de ajuste directo pero continuo. Aunque nos pueda parecer que son inmutables, o lo consideramos así, somos conscientes de que, de algún modo imperceptible se están alterando debido a la acción de un clima cambiante, la erosión del aire o del agua, o a la tectónica de la corteza terrestre. Cada lugar encierra un potencial de transformación. Más que inserto en el lugar, el proyecto estará incluido casualmente dentro de las posibilidades de transformación que están inscritas en dicho lugar.
Cada proyecto comienza, pues, con una lectura del lugar. Sin embargo, como mero método de reconocimiento, sin duda el proyecto opera sobre la realidad. Como demostró Heisenberg en el caso de las partículas infinitamente pequeñas, el intento de conocer determinados aspectos de la realidad hace aumentar el grado de incertidumbre respecto a los demás. Asimismo, el propio método de investigación escogido influye en la apariencia del objeto que se quiere conocer. En una extrapolación sin ningún rigor científico, pero que conlleva también cierta dosis de angustia, podría afirmarse que ocurre algo parecido en el caso de la arquitectura, en su aproximación al emplazamiento.
El proyecto es necesariamente selectivo en la lectura que hace del lugar. Por más completa que sea la lectura, siempre es subjetiva, porque depende de nuestra capacidad de interpretación de las posibilidades y capacidades del lugar y, sobre todo, de la forma como éstas pueden, o no, servir a determinados propósitos ya prefigurados del proyecto. Al asumir lo inevitable de esta contingencia, y con alguna libertad pero no por ello de un modo menos comprometido, el proyecto construye su relación con el emplazamiento(...) El emplazamiento no da lugar al proyecto, sino que él mismo es materia del proyecto."

Manuel Rocha de Aires Mateus